Los sueldos del ayuntamiento de Villablino

Ana Luisa Durán Fraguas violó desde hace ya mucho tiempo su deber de gestionar honestamente el ayuntamiento de Villablino.

Hoy nos la cogeremos con papel de fumar extrafino para no brindar al machaca de la alcaldesa la oportunidad de formular una nueva denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos. Cuando en este país aún no se había puesto de moda el tema de la TRANSPARENCIA (año 2005), los ingenuos e imprudentes Verdes de Laciana publicaron en su Web los salarios de la plantilla del personal del ayuntamiento de Villablino. Nada más natural, a su entender, teniendo en cuenta que esta práctica se había inaugurado en este ayuntamiento en febrero de 1985. Quienes todavía conserven el nº2 de la revista Laciana Actualidad lo podrán comprobar. Efectivamente, eran otros tiempos. Sin embargo, esa izquierda que en el país vecino han bautizado con el sugerente nombre de “caviar” aquí también ya apuntaba maneras. En nuestro país su mutación ha sido de tal calibre que hasta su icono más sobresaliente y carismático de la época, hoy posa sus reales en el consejo de administración de Gas Natural Fenosa. Siguiendo su ejemplo una parte nada desdeñable de la militancia socialista también se apuntó rauda y velozmente al bando del éxito y del reconocimiento social. Desde la cúspide hasta la base aquí todo hijo de vecino ha barrido para casa todo lo que ha podido. Y casi siempre las barreduras han sido de dinero público. O sea, con cargo al contribuyente. En el ayuntamiento de Villablino tenemos varios casos especialmente llamativos. Incluso escandalosos. La portavoz del PP llegó a calificar ciertos sueldos como de obscenos.
Lo primero que tiene que saber el lector que se asoma a este blog por primera vez es que en este ayuntamiento no existe, pese a ser obligatoria y a que la oposición la viene exigiendo desde hace años, una Relación de Puestos de Trabajo (RPT). La razón es bien sencilla. Con esta relación se pondrían de manifiesto las irregularidades y corruptelas cometidas por los políticos. Muchas de ellas por la propia alcaldesa y su equipo. Alguien deberá explicar cómo es posible que sin titulación alguna, salvo el graduado escolar, se pueden percibir más de 50.000€ anuales. O cómo alguien que ha sido contratado, a dedo, como peón jardinero hoy supere los 43.000€ anuales. También tendrá que explicar la razón por la cual se contrató, a dedo, a un técnico cuyos ingresos anuales se sitúan en torno a los 51.000€. De la misma manera que la regidora tendrá que dar cuenta del procedimiento seguido para la contratación de la hija de una de sus íntimas amigas y presuntamente compañera de partido. O por qué a la finalización del período de una contratación eventual todos los contratados, menos uno, se fueron a la calle. Curiosamente el que quedó en plantilla no es otro que el progenitor de la corresponsal en Laciana de un diario provincial. Esto se asemeja mucho a la compra de favores con dinero público. O sea, algo así como corrupción. Quizá ahora entiendas mucho mejor las razones por las cuales el machaca de la alcaldesa denunció a Los Verdes ante ese magnifico organismo, politizado hasta la nausea, que es la Agencia Española de Protección de Datos. Y, además, tuvo la cara dura de afirmar que los datos publicados eran falsos. Veremos a ver lo que dice en esta ocasión.
Entre 2009 y 2012 los lacianiegos han visto como se les incrementaba la factura del IBI en un 13%. Desde las pasadas elecciones municipales la alcaldesa y su equipo están periódicamente proponiendo la revisión de casi todas las ordenanzas. La voracidad recaudatoria es insaciable. Pues bien, todo ese sacrificio que le piden al ciudadano ahora ya se sabe a donde va a parar una gran parte. Según el avance presupuestario que obra en poder de los grupos políticos, se prevén unos ingresos de 5.492.694,99 €, de los cuales 3.265.618,42 se destinarán al pago de las nóminas del personal. La previsión de ingresos es quizá demasiado optimista y la cifra de gastos de personal está ligeramente maquillada, puesto que no figura el importe que se llevan los concejales y los diferentes grupos políticos. Simplemente que se sepa.
Cuando en 2005 Los Verdes publicaron en su Web los famosos sueldos, durante unos días no se habló de otra cosa. Todo hijo de vecino estaba aparentemente muy indignado. Sin embargo, obligado es constatar que la cosa no pasó de ahí. Desde entonces se celebraron dos elecciones municipales y el pueblo votó sabiamente y con conocimiento de causa. Siguen los mismos y haciendo las mismas fechorías. Indignarse, solo como pose, no es suficiente. Eso al político se la bufa, pero el escrache seguro que no.

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